
Por: Marcos Cabrera
Voy recuperando mi ciudad, su olor, su color, su sonido; su ritmo de prisas compartidas, mis marchas apretujadas en sus carros públicos, sus tapones; mi risa inesperada del día después de escuchar la anécdota de la señora que es la abuela alegre de alguien; mi suspiro: reminiscencia de la niñez que me provoca el olor del café en la parada, los conocidos sin nombres que me saludan como antes, los otros, los de la esquina, discutiendo como siempre de política; en las aceras, los vendedores ambulantes con sus frases inolvidables, las calles ahora asfaltadas, mis viejos amigos que pasan de la duda al abrazo; los mayores que conocieron a la abuela: sentados en sus galerías saludando al extraño de maletas en mano que los llama por sus nombres ─no saben que mis ojos la multiplican en sus rostros; más tarde, la reconocerán en mí─.
Voy recuperando mi ciudad, y con ella: mis tristezas, mis alegrías, mis conquistas de adolescente ─las vividas y las soñadas─; mis juegos de niño frente a su casa que al ver el rostro de su madre asomarse en el umbral de la puerta, ahora, deja caer sus maletas.

Poeta, narrador, pintor y educador. Nació en Puerto Plata en 1981. Licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y magister en Lingüística Aplicada a la Enseñanza del Español por la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA). Obtuvo el tercer lugar en el renglón Poesía y una tercera mención en el renglón Cuento en el Certamen Regional para Talleres Literarios (2018). Es miembro del taller literario Ramón Francisco.