¿Cuánto me habré perdido en la vida sólo por dejar de mirar? ¿O por mirar sin ver? He reducido mis obligaciones a una sola: perpetuar mi libertad. Que llegue el día en que hombres y mujeres no se vean tiranizados por sus recíprocas debilidades. En solo unos minutos había pasado de la arrogancia a laSigue leyendo «Fragmentos │Irving D. Yalom: El día que Nietzsche lloró»